La prevención y la lucha contra la corrupción requieren de un enfoque integral y multidisciplinario. Con base en el reconocimiento de este hecho, los Estados Miembros negociaron la Convención de
las Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUCC), que abarca cinco áreas principales: prevención; criminalización y aplicación de la ley; cooperación internacional; recuperación de activos; la
asistencia técnica y el intercambio de información.
Como el único instrumento universal y jurídicamente vinculante contra la corrupción, la Convención tiene un gran potencial como marco para la prevención y lucha contra la corrupción. Por otra
parte, como el eje de las iniciativas nacionales e internacionales de lucha contra la corrupción, promueve la implementación y aplicación de las normas comunes y mejores prácticas.
pendiente terminar este artículo.