Quisiera iniciar mi artículo sobre este tema con una visita que tuve a la Sierra Gorda visitando  comunidades allá en las montañas,  allá donde todavía existen los valores que nos han dejado nuestros abuelos y los cuales se siguen  conservado, entre ellas muchas tradiciones de nuestros ancestros, como cuidar la naturaleza y a la madre tierra, no tirar basura en los bosques ni en las calles, respetar a los abuelos y adultos mayores porque son los que tienen la sabiduría de los años vividos, esto y mucho más me hace pensar, y preguntarme. ¿Cuándo los mexicanos empezamos a cambiar nuestras costumbres del respeto, la integridad humana, social, personal? ¿Cuándo perdimos esos valores esenciales que nuestros abuelos nos enseñaron desde niños?.

Analizando la misma situación en las comunidades, pero tomando el ejemplo del gobierno en turno de estas comunidades me doy cuenta que ahí empieza la corrupción. La falta de una cultura integral, de una ética y valores que no respetan. ¿Acaso esos valores e integridad se perdieron al ser proveedor y/o empleados del sector político? Porque muchos son los mismos habitantes de las comunidades que se integran para trabajar en el gobierno, municipal, estatal, o federal, pero que tienen que entrar con su moche porque así lo pide el jefe y si no pierde su trabajo o simplemente no se lo dan. 

Ustedes me preguntaran.. ¿Qué tiene que ver esto con las empresas?  y con un programa de Compliance que está relacionado con la integridad y valores éticos y profesionales, pues pasa algo parecido a lo que en las comunidades se aplica, pero en este caso es dentro de la empresa, por la experiencia de más de 25 años trabajando en las empresas de diferentes giros, incluso el bancario, debo decirles que en casi todas vi cómo se manejaba la corrupción desde los empleados del nivel más bajo hasta las esferas más altas de la organización, porque una de las cosas que siempre he dicho en los diversos foros donde me invitan a una conferencia, “Lo que hace la dirección, el consejo directivo o la cabeza de la empresa, lo hacen  las diversas   áreas inferiores”  ejemplo si la dirección autoriza robar la luz con diablitos, pues los empleados inferiores hacen robo hormiga de los productos de la empresa, otro ejemplo si la dirección falsifica contratos con empresas que incluso ni existen, que ejemplo le está dando a sus empleados, si la secretaria esta por horas con el jefe, que integridad tiene para que la respeten sus compañeros, si no hay respeto entre los de arriba para con sus empleados o colaboradores. ¿Cómo se imaginan que se van a comportar estos?, si el dueño de la empresa autoriza al contador comprar facturas falsas para bajar los impuestos y el contador acepta hacerlo por conservar al cliente, sin saber que su reputación está en riesgo, que integridad van a tener estos profesionistas, y así podemos hablar de médicos, ingenieros, abogados, etc.

Un programa de Compliance es establecer bases de cumplimiento con la norma desde las más altas esferas de la organización hasta los niveles más bajos, pasando por todas las áreas, desde la contratación de empleados a los que se les debe de dar todas las prestaciones que nos marca las leyes laborales, previa selección con parámetros bien definidos de acuerdo con el perfil del puesto, hasta el análisis de integridad y buenas prácticas de nuestros clientes y proveedores.

Actualmente un programa de Compliance no es obligatorio para las empresas por parte de las autoridades gubernamentales, pero si somos cliente o proveedor de una empresa que desea exportar o que ya está exportando, le van a pedir su programa de Compliance incluso que lo avale un Oficial de Cumplimiento,  y es ahí donde nos van solicitar la implementación de un programa en nuestra pequeña, mediana o grande empresa, hoy en día está abriéndose el mercado internacional tanto para el norte como para el sur de México, y estoy segura que esto va a ir en crecimiento día con día. 

Para mí el objetivo de un programa de Compliance es que las áreas de dirección de todos los niveles incluyendo al consejo directivo y dueños de negocios sean los primeros en cumplir, aceptar, y promover un programa de Compliance que arrase desde las altas esferas hasta los últimos niveles, dentro y fuera de la organización, clientes, proveedores, colaboradores, empleados, terceros involucrados. Las grandes empresas ya están realizando los cambios e implementando su  programa de Compliance, tienen gerencias completas encargadas de evaluar que se cumpla el programa, estableciendo su canal de denuncia a través de su área jurídica, lo que me preocupa son las MiPymes que desconocen lo que es un programa de Compliance, aunque también sé que no todos los empresarios son corrupto, y hay empresas de todos los tamaños que cumplen con la normatividad porque llevan una organización integra, con valores éticos, morales, sociales, ambientales y aceptarían les implementáramos un programa de Compliance.  

Debemos reconocer que en la corrupción existen dos dos tipos de personas, el que motiva la corrupción y el que lo acepta. En mi vida profesional me llego este tipo de situación,  cuando era dictaminadora fiscal, (esto hace más de quince años) recuerdo una ocasión que un colega contador conocido en uno de los muchos colegios de contadores a los que he pertenecido a lo largo de mi vida profesional,  me solicitó le firmara como cincuenta dictámenes y que él  realizaría todo lo demás, (papeles de trabajo, revisión, etcétera, pensé inmediatamente que iba a mover las cifras de acuerdo a las necesidades de cada empresa),  cuando me dijo eso yo me sentí agredida profesionalmente y por supuesto que no acepte, porque estaba empezando a darme a conocer como dictaminadora y no permitiría que mi nombre se manchara con este tipo de trabajos, también sé que algunos colegas sí aceptaban realizar  este tipo de trabajos, fue cuando decidí terminar mis tres auditorías que tenía en esos años como dictaminadora de acuerdo a las normas de auditoria vigentes en esa época, los presente en tiempo y forma  y me di de baja del padrón de dictaminadores del SAT, también conocí a excelentes dictaminadores fiscales que me enseñaron y resolvieron las dudas que yo como iniciadora de auditorías fiscales tenía; como profesionistas debemos ser íntegros con nuestra profesión, con nuestros colegas y con la sociedad a la cual servimos, ya que hacemos   juramento y una protesta, servir a nuestro país en el área que nos corresponde, y para ello hay que acercarnos a los profesionistas que nos orienten y guíen por el camino de la integridad y la ética profesional, muy cierta la frase “Dime con quién andas y te diré quién eres.”

El crecimiento de nuestro país no está solo a cargo de las empresas, clientes, proveedores, colaboradores, empleados, sino también del gobierno de todos los niveles, municipal, estatal, federal, y por supuesto es de suma importancia los integrantes de los tres poderes que gobiernan este país, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, no es tarea de unos cuantos es de todos los mexicanos cada uno en nuestra trinchera donde nos toca realizar esa batalla. 

Eduquemos y formemos verdaderos mexicanos íntegros, con valores que no debemos perder, por supuesto poniendo el ejemplo como cabezas de familia, escuela, organización, gobierno, si ya empezamos a realizar el cambio, aceleremos el paso, porque México no se puede seguir quedando atrás... ya perdimos muchos años de gobiernos anteriores corruptos que no hicieron nada por cambiar al país porque no les convenia a sus intereses de corrupción y robo de este país que es mi México lindo y querido. Despierta México necesitamos acelerar el paso para un verdadero cambio integral.

 

Nos leemos en el siguiente artículo con otro tema de gran interés para ustedes su servidora y amiga. 

 

 C.P.C. y L.D. María Cecilia González Olvera- Oficial de Cumplimiento.

 

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